14 diciembre 2015
la importancia de Inigo Montoya
"Hello. My name is Inigo Montoya. You killed my father. Prepare to die."
Me gusta llamar a la gente por su nombre y apellido, es una costumbre de los viejos de en los tiempos del televisor en blanco y negro que heredé de mis abuelos y de los ancianos con los que compartí en mi niñez. Es la firma, la identificación más básica de cada cual y una forma de impartirle la propia personalidad a la palabra que se da, como cuando mi madre me decía: "Carlos Omar como tenga que ir a la escuela porque una maestra me manda a buscar yo te juro que delante del salón te doy una pela que te van a tener que echar agua como que me llamo Elsie Camacho"; cualquiera que hubiera sido la consecuencia iba a ser seria si tenía la firma de ella, la misma firma que daba en Island Finance pa' coger un préstamo con la promesa de pagarlo a tiempo y completo.
Entonces en estos tiempos de tecnología es cada vez menos la gente que usa su nombre de pila, tener otra identidad es tan sencillo como abrir una cuenta de email usando información diferente a la que aparece en el certificado de nacimiento. Es más fácil tener uno o varios seudónimos para evitar el reconocimiento en el mundo tridimensional que nos rodea fuera del Matrix, la manera más rápida de hacerle un 'boost' a los niveles del atrevimiento al momento de opinar y a la hora de mandar alguien pa'l carajo sin cambiar letras en las palabras por arrobas y signos de exclamación. Es suscribirse al refrán de tirar la piedra y esconder la mano, cosa que no es más que un eufemismo muy largo pa' decirle a alguien pendejo, como a los pusilánimes digitales que comentan usando cualquiera de sus 'nicknames'.
Esconderse en tiempos de los 'drones' y todo el espionaje cibernético es cada vez más difícil y vivir con la ilusión de que llamarse Chiviripopi_27 es suficiente pa' tener privacidad en la era de Facebook P.I. es simplemente una ilusión. Por eso me gustan las escenas de Inigo Montoya en "The Princes Bride" cuando se identifica ante la gente a punto de enfrentar: "Hello. My name is Inigo Montoya. You killed my father. Prepare to die." Es su motto, su mantra, su misión clara y su propósito establecido tal cual es... como decir "Hola. Soy Fulano de Tal esto es lo que pienso. Esto es lo que digo."
13 marzo 2015
Synesthesia
Buscando en los bookmarks sin organizar de la computadora me encontré con lo que debería ser equivalente por lo menos al diploma de escuela superior de cualquier terrícola que se dé el guille de que fue a la escuela y que aprendió algo. Son temas de los que no se pregunta un carajo en las Pruebas Puertorriqueñas ni el en el College Board pero que se deberían saber anyway. What the fuck! en este video hay tantas cosas de las que nunca hablaron en el salón de clase en mis años de ingeniería.
Apuesto dinero del que busco que en esta charla de menos de doce minutos hay mucho más de doce créditos a nivel sub graduado en cualquier universidad. Esta es mi idea de lo que es fast track education y pura synesthesia en "A history of the universe in sound". Gracias por el intensive supreme master class Honor Harger y también a TED por prestarnos el salón.
07 marzo 2015
con La Rufa
"Ha caído un árbol en el bosque, un ent del tamaño de un hobbit..."
Me crié entre viejos y mujeres y me siento como niño cuando comparto con cualquiera de ambas criaturas pero la combinación de las dos cosas me sabe a limber de coco y de tamarindo. He vivido en varias partes de esta pequeña Isla y esta persona grande me recibió cuando llegué a Aguas Buenas, me abrió la puerta de su casa, me sirvió de comer en su mesa y me dejaba el espacio al lado del suyo en el mueble de madera pa' hacerme cuentos de los tiempos de antes cuando había que buscar agua en el pozo, cuando la gente se curaba con guarapillos, la edad media para nosotros en los tiempos del internet en HD. Una vieja que según la leyenda nadie la vió ser niña, mujer fuerte y dura de los días donde había que fajarse con los machos cabríos, mucho antes que existiera la perspectiva de género.
Ir a su casa era montarse en una hamaca y ella era la pita. Tuve la oportunidad de sentarme bajo su sombra a sentir el viento y coger de las últimas flores que dejó caer hasta que se le acabó el perfume.
Gracias por los cuentos, las historias, la risa, los refranes, la comida y los abrazos. Nos vemos Rufa... Te prenderé una vela; me fumaré un cigarro.
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