Cuando yo era virgen me aparecía en una cascada que había en el patio de la escuela cerca de un pozo. Ese año cuando hicieron la foto de la clase yo decidí que me retrataran en una de mis apariciones.
Repartí algunas de las fotos entre las nenas de la escuela que iban a verme frecuentemente y enseguida se conviertieron en objeto no precisamente de adoración. Mucho menos después que me excomulgaron. En la parte de atrás las fotos decían, "Nunca cambies. TQM. Carlos del Pozo"